25 junio 2016

El tiempo no existe...

Me gusta bastante la moda (no me avergüenza admitirlo, aún a riesgo de delatar mi costado frívolo) y también me gusta mucho lo que se llama "vintage" y la sensualidad. Creo que en esta foto se sintetiza un poco de todo esto.
Es una foto de los años '40s. Dos chicas a la vera del río Sena, en París...
¿Será en aquel famoso "Verano del 42"?
Podría ser, ¿por qué no?


Los invito a visitar Time does not exist, otro de mis blogs...


Gabriela Michetti: "Basta de industrias, el modelo es India"


Esta nota es del mes de febrero, pero es muy pertinente volver a ella para refrescar la memoria...

La periodista Cynthia Garcia reveló una conversación que sucedió el Miércoles 10 de Febrero entre las 19:20 y las 20:30 en la Casa Rosas entre la Vicepresidente de la Nación Gabriel Michetti y distintos periodistas acreditados.

En la misma afirmó "Basta, basta, basta, el modelo de Macri es India, el modelo de país que quiere Macri es India, la Argentina es un país de servicios basta de industrias" y agregó "vamos hacia un modelo agroexportador y de servicios, basta basta de industrias." Frente a la sorpresa de los periodistas finalmente aclaró "por supuesto que van a continuar las grandes industrias".


FUENTE: Mundo Empresarial


Editorial de Eduardo Aliverti de hoy (25/6/16)


"Unos ajustes (importantes) hubieran bastado para evitar el triunfo macrista, así fuera por el mismo "pelito" con que ganó la derecha. Es probable, se nos ocurre solamente, que ese convencimiento o esa presunción jueguen un papel importante en los ajustes de cuenta que hoy se observan, sumado a que Cristina no reasume formalmente la dirección del sector y a que la ofensiva mediático-judicial es tremenda, tremenda. Cabe hacer diferencias. Los diputados del Movimiento Evita que se fueron del bloque, no lo hicieron precisamente en el momento más adecuado y renuevan la polémica acerca de si las bancas le pertenecen a las personas o a las fuerzas en nombre de las cuales se allegaron al Parlamento" (...)





Quemá ese tweet, Sturze...!

El 28 de agosto de 2015, Federico Sturzenegger (sí, ese mismo!) comparaba la inflación del país (según sus fuentes "intachables", seguramente) y nos ubicaba apenas por debajo de cuatro países con las más altas tasas de inflación (según esas mismas fuentes).
Lo tragicómico es que hoy él está formando parte de un gobierno que, según el propio Mauricio Macri en plena campaña, decía que si él llegaba a ser presidente, bajar la inflación sería lo más sencillo que tendría que hacer...
Pero el tiempo pasa, las cosas cambian y resulta que son gobiernos, nomás (para desgracia de millones de argentinos).
El Ministro de Economía (hoy Hacienda), Adolfo Prat Gay, dijo a comienzos de enero que la inflación anual no sería superior al 25%. Sin embargo ahora tuvo que admitir que a seis meses de gobierno, la inflación proyectada para este año ya está en el 42% (y es demasiado módico, creo yo)  y en esto no hay "herencia" que valga, por más que insistan con ese latiguillo...

Si tomamos esa misma "tabla de posiciones marca Sturzenegger" de países con alta inflación, hoy Argentina estaría cómodamente ubicada en el 4º lugar, dejando atrás a Siria... país que hace ya bastante tiempo que está sumida en una guerra atroz, bombardeos de los países del Primer Mundo y a su vez peleando contra la locura del fundamentalismo islámico alimentado por la CIA y el MOSSAD y con miles de sirios que escapan hacia los países vecinos o dejando muchos muertos en las aguas del Mar Mediterráneo...
No hay punto de comparación entre una realidad y la otra (la nuestra), sin embargo los muchachos de Cambiemos se las arreglaron para arrebatarle con bastante holgura ese puesto "de vanguardia" a Siria y nos ubicamos ahora a un pasito del podio de países con la más alta tasa de inflación (que dicho sea de paso, están todos con conflictos severos también: Venezuela acosada por una oposición salvaje apoyada descaradamente por los EEUU y Ucrania y Sudán con sendas situaciones bélicas en los que también - oh casualidad - tiene gran ingerencia EEUU)

FELICITACIONES, STURZE!



20 junio 2016

La moda es también una forma de arte...

En este blog, como la vida, habrá un poco de todo. 

Ese "poco de todo" es arbitrario, lógicamente pues depende de lo que yo tenga ganas de publicar. Pero la vida también es arbitraria...

Así que ahora tengo ganas de compartir algo bonito, algo que me gusta y que me produce lindas sensaciones. Puede considerarse algo banal, es cierto, pero yo creo que en la moda hay mucho de arte. 
Y si después alguien lo considera superficial, pues también los superficial y banal es parte de todo esto que llamamos "vida"...

Así que ahí va...



John Lennon: Slippin' and a slidin'


Este antiguo rock me encanta. Lo conocí no hace mucho tiempo y me enamoró al instante. Tal vez porque lo interpreta John y porque creo que muestra una de las facetas más características de él...

La autoría se le adjudica a Little Richard, Edwin Bocage, Al Collins y James Smith...


Slippin' and a slidin'

Slippin' and a slidin', peepin' and a hidin', been told long time ago,
Slippin' and a slidin', peepin' and a hidin', been told long time ago,
I been told, baby, you been bold, I won't be your fool no more.

Oh, big conniver, nothing but a jiver, done got hip to your jive,
Oh, big conniver, nothing but a jiver, done got hip to your jive,
Slippin' and a slidin', peepin' and a hidin', won't be your fool no more.

Oh Malinda, she's a solid sender, you know you better surrender,
Oh Malinda, she's a solid sender, you know you better surrender,
Slippin' and a slidin', peepin' and a hidin', won't be your fool no more.


Nosotros, los bajoneados (Eduardo Aliverti)


El bajón de unos es enorme, y la fiesta de otros también.

Todavía es muy pronto para medir las consecuencias exactas de la bomba estallada por José López. Hablamos de política, no de percepciones circunstanciales. Si el macrismo muñequea bien lo que pasó, a corto plazo y para las elecciones del año que viene, el hecho será interpretado como clave. Si el panorama económico sigue barranca abajo, habrá de esfumarse como ocurre con todos los sucesos de corrupción por más grandilocuentes que sean. Hoy, el shock es demasiado grande por las características cinematográficas de lo sucedido y eso, momentáneamente, está por delante de toda otra estimación. Casi cualquier cosa que pueda decirse parece no estar a la altura de un ex funcionario, de primera línea, cazado de madrugada con millones de dólares que intentaba ocultar en un monasterio. Es emocionalmente imposible sobreponerse a esa imagen. No interesa más nada. Si al tipo lo operaron los servicios haciéndole creer que sufriría un allanamiento inminente, si el cura y las monjas del lugar sabían y callaron, si es inconcebible que cayera un operativo de amplio despliegue a los tres minutos de una llamada anónima al 911, son aspectos que sólo importan a los efectos de obrar como sabueso periodístico para no modificar en nada la impresión y el hecho registrado. Cuando fue la difusión del video de La Rosadita, hubo la observación de que, al fin y al cabo, en una financiera se cuenta plata. Además, cada vez que se prodigan filmaciones como ésas resulta transparente –o debería resultar– que sus orígenes periodísticos y judiciales son tan sospechosos como el propio hecho. Calza lo mismo para las denuncias en torno de Lázaro Báez, que están plagadas de intencionalidad política sin perjuicio de que el sujeto pueda ser indefendible porque ningún pichi construye semejante fortuna arrancando de cero. Otro tanto cabe para Ricardo Jaime, quien también es una imagen bizarra de corrupción estatal pero sin haber sufrido constatación pornográfica, filmada, de las manos en la masa. Lo de López, en cambio, no fue un proceso de demolición. Es golpe de nocaut. Que sea contra él importa un pito. El problema, a priori muy grave o muy serio, es que ahora no hay que defenderse de López, como si uno tuviera algo que ver con tamaño miserable, sino de haber apoyado –y seguir haciéndolo, quede claro desde el vamos– un proceso político de inclusión social al que se pretende delictivo por completo y del que, de repente, López parece ser la única figura, la única conclusión, la única marca con que debería analizarse una experiencia de doce años capaz de haber intentado un poco de justicia redistributiva por cierto que con todos sus errores. Y todos sus corruptos. En otras palabras, es como si el martes hubieran desaparecido, por obra de López, los logros concretos que produjo el gobierno anterior. La sensación es ésa y ni siquiera es lo peor. Lo peor es que quienes vendrían a significar la limpieza son los sucios estructurales.

Si ya había una malla de protección mediática en torno de los papeles de Panamá que involucran a Macri, de las empresas offshore usadas por miembros y adherentes gubernamentales para fugar divisas, del conocido recicle de la bicicleta financiera para volver a endeudar al país a cambio de ninguna cosa que signifique repartir la torta un poco mejor, apenas un poco, ahora acontece que nos gobiernan e informan unas vírgenes capaces de espantarse por López, y dispuestas a ir a fondo contra la corrupción. Nada de hacerse los distraídos. Cada quien tomó su lugar en la defensa del proyecto o la disposición habidos durante el kirchnerismo y eso, si es por el ámbito periodístico y no solamente, incluyó saber que había contornos oscuros, personajes a quienes no cabía creerles nada de su firmeza ideológica u honestidad personal, sospechas de tono variado pero sospechas al fin. No se lo ignoraba. Se lo relegó en aras de interpretar que la prioridad era, y sigue siendo, defender al progresismo más intenso que se conoció desde el retorno democrático. Una cuestión selectiva de la que quien más sabe, históricamente, es la derecha. Una derecha que jamás se preguntó ni pregunta por los aspectos morales de sus decisiones políticas. Primero tiran y después preguntan, con sus golpes de Estado, sus operaciones masacre, sus negocios inmundos de protección oficial para robar a mansalva desde la libertad que necesita el mercado, sus devaluaciones, su producción de la realidad para después preguntarse qué nos pasa a los argentinos. Y tantos que se preguntan lo mismo en vez de identificar al principal ladrón sistémico. O caracterizarlo vía López para creer en la redención que allegarán justo ellos, la derecha que gobierna. Por eso lo de López es un golpe terrible: porque esparce con una fuerza inusitada la sensación de que toda la dirigencia política es lo mismo, empezando por quienes mostraron no serlo. La idea de que largar un fangote de plata en un monasterio es más grave que esconder el origen igualmente espurio de fortunas bien vestidas, naturales, aceptables. No son todos lo mismo y la historia enseña que, cuando se lo creyó, se confió en milicos o en ricachones ya no urgidos de brazo armado. Jamás terminó bien creer en eso, pero aparece López en el convento, con tanto que se robó, y refuerza o renueva la impresión de que esta vez podría ser distinto; de que hay gente que ya la hizo, a la plata, no importa cómo, y que en una de ésas ahora quiere dedicarse a la política sin otras pretensiones que el bien común. O, aunque sea y ya que todos son lo mismo, para administrar sus negociados con un marketing menos autoritario, más respetuoso de las formalidades republicanas, mejor adaptado a parecer democrático. Este concepto sería particularmente significativo porque, por lo menos, es dudoso inferir que la gente sienta a Macri más honesto que Cristina, Kirchner, López o Báez. Más bien sería cuestión de que puede percibírselo como alguien en quien por fin creer porque, de tan observado que está y siendo que asumió funciones oficiales, en la representación de su clase, se cuidará más. Y si se cuidan más, él y los suyos, incluso podría confiarse en que repartirá algo de todo lo que ganó a expensas del Estado cómplice, en dictadura y menemato.

Hasta López, esa construcción subjetiva parecía haber entrado en duda porque empezaba a imponerse la realidad de los tarifazos, la pérdida del trabajo, la amenaza de perderlo, la obligación de achicar el consumo; la obviedad de que gobiernan para los ricos sin otro disimulo que una reparación a los jubilados, tras la cual no hay más que el intento de retornar al sistema previsional del menemismo y quitarse de encima las acciones estatales en las grandes empresas. Desde López, lo que parece haber entrado en interrogante es justamente eso. Si, viendo incontrastablemente lo que se robó un tipo del riñón K, no quedará otra que aguantar el ajuste porque no hay más que confiar en corruptos de igual calaña pero más prometedores. Ni siquiera importaría la pregunta de quiénes cometieron la peca por pagar las coimas, de tantos nombres –o tan específicos– ligados a las huestes gubernamentales. Quizá se descubriría (¿?), o habría de asumirse, que el engranaje no era sólo kirchnerista. Y como no se puede vivir sin confiar en algo, mejor confiar en lo nuevo así sea por descarte del pasado que no debe volver. Es en eso donde se condensa el mazazo disparado por el siniestro de López: en creer que no se puede confiar en nada, y que al fin y al cabo sólo cabe esperanzarse en que los peores, para las necesidades populares, puedan ser más eficientes.

Ya le habían dicho a pobres y sectores medios que acceder a condiciones de consumo algo mejores era una fantasía. Ahora, las mayorías deben admitir que no hay otra opción que la confianza en sus verdugos porque, si es que se les ocurriese animarse a alguna utopía módica y contraria, llegó López al monasterio para avisar que los populistas, los peronistas, los izquierdistas, los militantes, los convocados a una mística superadora de tanto discurso hipócrita, el cuco, son la misma mierda que ellos. Pero no. No es la misma mierda. Lo único que falta es que venga a dar lecciones de moralismo el sujeto histórico del antipueblo. López es el vector, uno más, asqueante como ninguno en la percepción masiva, a fin de crear las condiciones para la ejemplaridad de que Cristina vaya presa a como sea. No es por la penalidad de acción u omisión. Es la sanción ideológica. Es en medio de una ofensiva a escala de la región, para reinstaurar lo más salvaje del capitalismo neoliberal. Suena consignista, panfletario, de tribu estudiantil universitaria, pero es así según lo demuestra el tinte de quienes perpetran el ataque. Los populismos de centroizquierda desnudaron deficiencias y límites. Perdieron base social desde la tranquilidad y corrupción de sus despachos oficiales, terminaron creyendo en la infalibilidad de los liderazgos, perdieron de vista que no basta con responder a la hegemonía mediática de la derecha desde la denuncia de sus andanzas. Nadie debió pensar que no sería así. Es que no había otra correlación de fuerzas para ir peleando de mientras. Hay mucha diferencia entre eso y deducir que entonces dan todos lo mismo.

Va personalizada una última cosa que semeja haber quedado perdida, en medio del shock. A nosotros, esperando que se entienda el sentido de ese plural, la imagen de López verdaderamente nos sacó de quicio. Nos enfurecimos, nos deprimimos, nos preguntamos si acaso tenemos fuerza para salir de este bochorno, puteamos en ochocientos colores, no sabemos ni muy bien ni más o menos cómo fugar para adelante de este atolladero simbólico, el gorilaje y la tilinguería se nos ríe en la cara por haberle puesto el cuerpo y las discusiones y las rupturas familiares y de amigos a lo que López parece haber derrumbado de la noche a la mañana. Pero precisamente nos pasa todo eso porque no somos iguales que ellos. Porque tenemos rebeldía y honestidad mucho más allá de los errores políticos que nos mandamos, chicos o gigantes. Indignarse por López es la muestra de que todavía hay resto, como lo hubo en todos estos años y no era fantasía.

Los que estamos bajoneados somos más dignos que los están de fiesta.

Eduardo Aliverti

Texto tomado de Página 12


Cada cosa en su lugar...


La palabra "maestro/a" deriva del término latino "magister" y éste, a su vez, del adjetivo "magis" que significa "más o más que". El/la magister lo podríamos definir como el/la que destaca o está por encima del resto, por sus conocimientos y habilidades.

La palabra "ministro/a" deriva de "minister" (sirviente) y este, a su vez, del adjetivo "minus" que significa "menos" o "menos que". El/la minister era el/la subordinado/a que apenas tenía habilidades o conocimientos."

A veces hay que recurrir a la etimología para entender por qué cualquier imbécil puede llegar a ministro/a pero no puede ser maestro/a.


¿Qué entendemos por "civilización"?


"Una civilización no debe medirse por la altura de sus edificios sino por cómo haya aprendido su gente a relacionarse con su entorno y con sus semejantes."

Sun Bear (1929-1992)
Chamán de la tribu Chippewa


18 junio 2016

López, Arbizu y Clarín: Omisiones, mentiras y rarezas casuales (?)

Como ya nos tiene acostumbrados Clarín, oculta información e intenta desviar el foco hacia donde le conviene...

En su nota del 16 de junio habla de la detención de Hernán Arbizu para ser extraditado a los EEUU pero en ningún momento dice que entre las empresas y personas que él denunció varias veces (inclusive ante el Congreso de la Nación) estaban involucrados, entre otros grupos y personajes muy importantes del país, el Grupo Clarín y sus directores en maniobras de evasión de impuestos y fuga de divisas. Al respecto, el exbanquero dijo que el Grupo Clarín tenía "cuentas por un monto de 1300 millones de dólares"

Tampoco Clarín menciona la otra denuncia de Arbizu de que  "se quemó el 40, 60 por ciento de las cajas del JP Morgan en Iron Mountain". Sin embargo dejan casi como dato más relevante que "fue denunciado por varios delitos gravísimos, además de un desfalco de unos US$ 2 millones. Era buscado por la Justicia de EE.UU. Aquí daba clases a La Cámpora y lo protegía Cristina.

Al margen de lo que diga o no diga Clarín, no me queda claro por qué se lo detuvo siendo que él en todo momento dijo que estaba dispuesto a viajar a los EEUU, aún sabiendo las consecuencias que eso le iban a acarrear. Esto no parece concordar con la idea del juez que ordenó su detención por temor a una fuga. Recuerdo haber visto a Arbizu en su participación en el programa 6-7-8 (antes de las elecciones) diciendo esto mismo y luego también lo escuché repetirlo en declaraciones radiales.
Creo que lo de José López (que es evidente que es un delincuente, pero me resulta muy extraño todo el tema de sus actitudes y la detención) y ahora esta detención de Arbizu tienen cierta coordinación intencionada. Un hecho sucede al otro con un día de diferencia y este ocultamiento del Clarín y el desvío de la atención hacia La Cámpora y el gobierno de CFK no son casuales, se me ocurre...
Y todo justo cuando el Congreso aprobaba la dichosa "ley ómnibus" que incluye cosas que tendrán espantosas consecuencias en varios sentidos...

En cuestiones de política y en especial en la Argentina, cada vez creo menos en las casualidades.


17 junio 2016

Inaugurando con Traveling Wilburys: "Margarita"

Creo que la mejor manera de inaugurar el blog es con buena música, y esta lo es!

Y si fuiste habitual espectador de 6-7-8 te traerá lindos recuerdos y algo de nostalgia, seguramente...
Que lo disfrutes!